En nuestra era racional y moderna, muchos se inclinan a creer  que no existen poderes ni encantos mas que aquellos que pueden ser explicados en términos científicos.
Pero mediante la comunicación musical, la gente puede establecer un vínculo mas abierto y libre.
La música es un lenguaje no verbal, que permite la manifestación de emociones y sentimientos sin la limitación de la palabra.
La música seda, estimula y elimina bloqueos emocionales por medio de la composición musical y la improvisación mediante el trabajo con instrumentos.
En quién la escucha, la música produce una respuesta afectiva, hace aflorar recuerdos, pensamientos, emociones  e imágenes que permanecían enterradas en nuestro subconsciente.
La música sirve para expresarse cuando faltan las palabras y ofrece a la persona los recursos para manifestar emociones dentro de un grupo.
Gracias a la música los seres se vuelven mas receptivos y comprensivos.
El shock emocional de la música puede provocar en una persona diferentes respuestas físicas como ser: la alteración de la respiración, el ritmo cardíaco y en la regularidad de la circulación sanguínea.
La música tiende a demorar la fatiga, debido a que estimula el flujo de energía y fortalece el sistema muscular, prolongando la extensión de los reflejos musculares mientras ejecutamos un instrumento.
Eleva la autoestima y además es una fuente inagotable de gratificación espiritual, tanto para quien la ejecuta como para quien la escucha.